Crecieron 45% las denuncias por violencia y abuso contra personas mayores en la Ciudad

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El programa Proteger, que depende de la Secretaría de Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires, intervino en lo que va de 2017 en al menos 3.500 casos de violencia y abuso contra personas mayores, un 45 por ciento más que en igual período de 2016, informaron fuentes de ese organismo en la víspera de conmemorarse el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez.

“No se trata sólo del aumento de casos, sino de que existe una mayor conciencia de qué es el maltrato y el abuso, y lo que antes se pensaba que se tenía que resolver en el ámbito familiar, hoy se entiende que la persona que es víctima necesita apoyo”, indicó a Télam Claudio Romero, secretario de Tercera Edad porteño.

El 24,8 por ciento de las denuncias recibidas fueron por violencia psicológica, seguidas por las de violencia física con 14,4 por ciento; negligencia con 12,8 por ciento; y abandono de persona con 7,2 por ciento.

Al menos tres de los reclamos que llegan por día corresponden a formas de violencia grave; en el 70,4 por ciento de los casos la víctima es mujer y si se toman en cuenta aquellos en los que se llega a intervenir, en el 90 por ciento los agresores son familiares directos.

“Cuando el personal del programa comienza a trabajar, lo que originó la intervención, es decir, la primera denuncia es mayoritariamente por maltrato psicológico; el abuso financiero o patrimonial aparece a primera vista en un 3,2 por ciento de los casos. Sin embargo, cuando se ahonda en el caso se encuentra que esta causa ‘económica’ subyace en más de la mitad de las situaciones”, describió Romero.

Las denuncias al programa Proteger llegan a través de distintas vías: desde un vecino que llama al 147 hasta un trabajador de la salud como puede ser un médico, pasando por una denuncia policial o ante una fiscalía de un hospital donde la persona mayor cae luego de una golpiza.

“A partir de allí se acerca alguien del equipo. Si identificamos que se trata de una situación de violencia comienza la intervención del programa. A veces lo que se necesita es apoyo a la familia, pero en otros casos la situación es mucho más difícil y la familia es, precisamente, la principal amenaza para el adulto”, describió Mariana Bauni, directora de Protección e Inclusión y quien está a cargo de Proteger.

En estos casos de violencia extrema, y luego de la intervención judicial, el programa cuenta con una casa de refugio -por donde ya transitaron 75 adultos desde su creación en 2015-, donde la persona permanece mientras se resuelve la situación de fondo, a la vez que se trabaja con él en forma integral.

“Cuando llegan aquí están en muy mal estado de salud y devastados psicológicamente. La mayoría ni siquiera tiene su documento porque fue retenido por el abusador. Nosotros acompañamos a la persona en todo el proceso, desde ir a sacar el DNI hasta el médico”, describió Bauni.

Sonia (la llamaremos así para resguardar su identidad) es una mujer de 82 años que vivió durante unos meses en el refugio, a donde llegó sólo con su ropa puesta y gracias a la intervención del sacerdote Eduardo, de la Parroquia de San Cayetano, ubicada en el barrio porteño de Flores.

“Yo vivía en un hotel con una jubilación y pensión (superior a la mínima). Un día mi hija me pide si me puedo ir a vivir con ella y sus hijas porque la tenían que operar. Acepté. Al principio todo estaba bien. Le dí mis tarjetas y mis claves de cobro para que ella retirara el dinero y con el tiempo comenzó el infierno”, recordó.

“Yo nunca pensé que podía pasarme esto, y menos de la persona que más quise, mi única hija. Ella empezó a usarme el dinero, y cuando yo le pedía algo, primero me insultada y con el tiempo me pegaba. Dejó de darme remedios y no me daba casi de comer. Además, si ella se iba me encerraba. Lo único que quería era morir”, evocó Sonia en diálogo con Télam.

En un descuido de su hija, la mujer logró irse de la casa y llegó a la iglesia de San Cayetano, donde el cura le dijo que pasara la noche e inmedatamente notificó al 147.

“Yo sé que hay muchas personas que pasan por esto, es importante que salgan a buscar ayuda como sea, que sepan que se merecen vivir como personas y que luchen por sus vidas”, aseveró esta mujer quien repite una y otra vez, que desde que llegó al refugio recibió “mucho amor” y volvió a “sentirse una persona”.

En diciembre de 2011, la Asamblea General de Naciones Unidas instituyó el 15 de junio como el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez; mientras que en la ciudad de Buenos Aires ya se había fijado esa fecha en abril de ese año mediante la Ley 3.763.

Mañana, a partir de las 15 la Secretaria de Tercera Edad presentará una exposición fotográfica en el Shopping Abasto, y el domingo 18, un grupo de personas mayores ingresará a la cancha con los jugadores de River Plate para concientizar sobre la problemática.

Para solicitar asistencia se puede llamar de forma gratuita al 0-800-222-4567 de lunes a viernes de 9 a 18. Ante una situación de emergencia, comunicarse al 0-800-666-8537 las 24 horas los 365 días del año.

Nota Original