Pareciera que existe apuro en concretar algunos negocios, tras la apariencia de un servicio y fuente de trabajo.
El mismo vértigo existe en ocupar propiedades, predios junto a la construcción de viviendas donde reglamentariamente no es posible hacerlo…El horizonte es amplio y permisivo…no hay duda…
Los trabajos para crear un mercado central en la ciudad comenzaron a mediados de año, de manera imperativa y por supuesto sin medir el impacto socio-ambiental, ni la opinión de los habitantes del barrio. Las obras fueron clausuradas en cinco oportunidades por la Agencia Gubernamental de Control por falta de aviso de obra y planos irregulares, entre otras deficiencias. Como por arte de magia, todas la órdenes de clausura fueron dejadas sin efecto de inmediato y las obras fueron retomadas, pareciera, que hasta con más fuerza…Se especulaba con una fastuosa inauguración para fines de diciembre…El proyecto encabezado por el empresario Alberto Samid, pretendía “ofrecer productos a precios más bajos para combatir la inflación”…
En tanto, las protesas se reiteraban. Los argumentos valen por sí mismos. En la zona ubicada entre Cramer y Maure, se erigen cinco escuelas, en menos de dos manzanas, las edificaciones son bajas y las calles angostas, con empedrado. Para ese terreno de cerca de 3 mil metros cuadrados, los vecinos prefieren, una plaza…Cabe señalar que este pedido comenzó alrededor del año 2000.
En tanto, por 43 votos positivos y 16 en contra, la Legislatura Porteña , aprobó una ley por la cual se modifica la zonificación del predio delimitado por las calles Cramer y Maure, las vías del FFCC Mitre para evitar que se instale el emprendimiento mencionado.La iniciativa también dispone que el destino para ese lugar sea un parque público.
Esperemos que los vecinos puedan disfrutar a corto plazo del merecido acceso al espacio público, cercano y amigable, como en otros barrios de nuestra de Ciudad.
