Ordenan tapiar un mural de un niño en gestación realizado en el Pabellón de Maternidad del Hospital Piñero, por representar violencia simbólica.

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Una gran polémica genero un mural realizado por la artista plástica Lissette Freider,  en la fachada del Pabellón  Celeste de maternidad del Hospital Piñero del Bajo Flores.

Sus obras suelen simbolizar a mujeres en estado de vulnerabilidad, un tema recurrente en nuestra sociedad, y algunos de sus murales se pueden apreciar en varios pabellones de este mismo Hospital.

Luego de presentar los bocetos de esta nueva obra a la Dirección General del Hospital y ser aprobados por una Junta Médica, la artista plástica comenzó el mural que le llevo cinco días para su finalización. En total fueron tres murales, uno en el interior del Pabellón de Maternidad que representa a una madre con un niño de dos años, y los otros dos en la fachada,  que simbolizan a una mujer y un niño, en un estado avanzado de gestación.  Este ultimo mural que fue presentado a principios de Diciembre, causo controversias por parte de la Dirección del Hospital.  Según señalo la artista plástica, le sugirieron ciertas modificaciones sobre el mural del niño en gestación, por ejemplo que el cordón umbilical no sea celeste, que le pusiera hojas verdes,  pero lo más insólito fue que le agregara cabello al feto y que tuviese los ojos abiertos, es decir que no se notara que fuera un feto. Por último recibió la orden  de que el bebe tenía que desaparecer del mural de la fachada.  Al no permitir semejante censura, la artista Lisette Feider,  decidió desistir a los pedidos de los Directivos del Hospital, por ir en contra de sus principios, motivo por el cual el Hospital decidió tapiar por completo el dibujo con una madera, que luego la pinto de celeste a tono con el Pabellón de Maternidad.

Según señalaron las Autoridades del mismo, el mural simboliza un mensaje que busca desestimar la posibilidad de interrupción del embarazo,  y  que podría generar un impacto sobre las personas que vayan a atenderse por este motivo.  Por otra parte la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) recomienda quitar de todos los lugares a los que van mujeres a abortar,  toda representación simbólica de un feto. Lo que explicaron los miembros de la IPPF es que, el dibujo de un niño en el vientre de una madre es violencia simbólica y discriminación. Por otra parte, varias ONGs, solicitaron al Centro de Gestión y Participación del barrio de Flores, un pedido formal para que no tapen el mural, porque es una obra de arte y además habla de los valores de nuestra sociedad.