Diferentes cursos dictados por el Gobierno de la Ciudad dan fe de los resultados obtenidos mediante el compostaje. Cada día son más los vecinos que se suman a esta modalidad.
Restos orgánicos transformados en abono útil para nuestras plantas y pequeñas huertas. La vida natural comienza a ocupar un lugar importante en la conciencia de los porteños.
Cada día son más los jardines internos o los balcones cuyos espacios recónditos se transforman en pequeñas huertas de hortalizas caseras.
El ciclo natural siempre renace, cumpliendo un proceso de nacimiento, vida, muerte y resurrección. La poca conciencia de los argentinos hacia que el proceso culmínate sea la muerte.
Mediante las políticas de sustentabilidad para una vida más sana, se promociona el uso de residuos orgánicos.-antes considerados desechos-para dar vida a nuevas plantaciones sin necesidad de químicos fertilizantes.
Algunos de los restos orgánicos que solemos tirar a la basura por falta de conocimiento son los vegetales viejos, y las cascaras de frutas.
Hoy gracias a la concientización y promoción de éste en todo sabemos que estos desechos pueden ayudar a nuestras pequeñas huertas y plantas a nutrirse para un crecimiento más sano.
Unos de los barrios porteños más interesados en esta técnica es Caballito. Se dice que el 45% de los vecinos aplica esta metodología natural para cuidar sus plantas y adornar sus balcones de preciosas flores todo el año.
Hace aproximadamente dos años que la los porteños comenzaron un rápido camino de concientización respecto a la vida natural y a las técnicas de reciclaje.
La organización vecinal acordó el uso de bolsas especiales para separar los residuos, una donde van los residuos secos como vidrio, plásticos, metales y papeles. Los residuos orgánicos se colocan en una bolsa aparte para el futuro compostaje.
Cada día son más los vecinos que usan sus balcones para la plantación de tomates, cebollas, zanahorias y especias.
Si bien en un comienzo la participación a los talleres de compostaje era escasa, hoy la concientización de los vecinos de algunos barrios porteños como Caballito, Palermo crecieron casi un 67% respecto a años anteriores.
La sustentabilidad saludable, sus talleres y propuestas son cada día mejores recibidas por los porteños. Las concurrencias son cada vez más participativas y la concientización es cada vez más profunda para las nuevas generaciones
