Buenos Aires parece rendirle tributo cada primavera a los jacarandas que adornan la Ciudad de una manera particular .Símbolo por excelencia de la primavera, los mismos son uno de los atractivos más esperados por los porteños.
Buenos Aires anuncia su adhesión a la primavera en los jacarandas que adornan las avenidas más importantes de la Ciudad.
Como una extensa alfombra color violeta que recubre la Ciudad se observa una Buenos Aires distinta que se cobija bajo el encano de las arboladas de las más de 11 mil especies de jacarandas que hay en la Ciudad.
El jacarandá es considerado un árbol típico de la Ciudad de Buenos Aires. Su floración sucede en los meses de septiembre en adelante y se extiende hasta los últimos días de verano. Su adaptabilidad al clima porteño le permite crecer sin mayores inconvenientes ni cuidados específicos.
Según el informe del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, la especie de jacarandas ocupa el séptimo lugar entre las especies más comunes de la región.
Si bien la mayoría de las comunas disfrutan de la presencia de los jacarandas en la estación de florecimiento, hay algunos barrios en los que se manifiesta una verdadero espectáculo visual.
Los barrios de Palermo, Recoleta y Belgrano son los lugares donde mayor cantidad de especies se encuentran. Sin embargo avenidas como Del Libertador, Cabildo y Figueroa Alcorta también.
Los jacarandas alcanzan una altura de hasta 30 metros. Generalmente florecen dos veces al año aunque son más vistosos en primavera por el reflejo solar.
Un de las características fundamentales de éste árbol es que a diferencia de otras especies sus hojas no caen fácilmente sino que mantiene su floración por mucho más tiempo lo que hace de el un árbol para ser admirado por sus atributos estéticos.
Como si fuera poco que vista estéticamente a la Ciudad de la Furia , brindando una relajación visual a los porteños que lo ven todas las mañana, sus hojas son utilizadas con fines medicinales.
Según los holísticos, la floración del jacaranda es utilizada como antiséptico y antibacteriano cuando se cuecen sus hojas.
Su denominación como “jacaranda” que ha inspirado a muchos poetas y escrit9ores de nuestro país, tiene su origen etimológico en el idioma guaraní, cuyo significado se entiende como perfumado o fragante. En otros lugares se lo denomina también “aplausos de mono” por la apariencia de sus frutos parecidos a las castañuelas.
