La nueva propuesta, sin animales en cautiverio, está centrada en la órbita del Ministerio de Modernización, Innovación, Tecnología desde una tarea conjunta con la Agencia de Protección Ambiental de nuestra Ciudad.
Su objetivo principal estará enfocado en la educación ambiental por medio de experiencias recreativas inspiradas en la familia.
A partir de esta flamante iniciativa no habrá animales habitando el predio de manera permanente y se integraran a los vecinos del Jardín Botánico y Parque Tres de Febrero. Se proyecta la creación de un auténtico corredor de biodiversidad en el que la flora y fauna se encuentren representadas.
Asimismo el Gobierno Porteño planea la puesta en valor del patrimonio arquitectónico que posee en las dieciocho hectáreas que componen el predio de Palermo, para realizar un paseo dentro del paseo.
Se generará el acercamiento entre emprendedores y ONG como para que puedan llevar adelante diferentes planes relacionados con la conservación del medioambiente.
También se desarrollaran tareas de rehabilitación y liberación de animales silvestres heridos ó recuperados del tráfico ilegal.
En cuanto a los animales habitantes del antiguo zoológico, alrededor de 1500, seran trasladados a un destino que se estudiara siempre de acuerdo a la perspectiva de mejorarle la calidad de vida . Cabe destacar que todas aquellas especies que han vivido durante muchos años en cautiverio, no pueden ser reinsertadas a sus habitats originales.
El Zoo de Buenos Aires, fue fundado en 1875. Pensado por Domingo Faustino Sarmiento, tuvo como primeros directores a Eduardo Holmberg y Clemente Onelli. Con el paso de los años, y la crisis ambiental nuestro Zoo quedó estancado en el tiempo.
Un cambio necesario, esperado, en tanto comienza el proceso transformador, cerrará sus puertas pero antes de la vacaciones invernales, las volverá a abrir.
