Nueva apuesta por contenedores “antivandálicos” para mejorar la higiene urbana

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El Gobierno porteño inició una prueba piloto en Retiro con un nuevo modelo de contenedor de basura diseñado para prevenir vandalismo y mantener la limpieza en la vía pública. La medida divide opiniones entre vecinos y usuarios de redes sociales.  

El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires implementó un nuevo sistema de contenedores de basura “antivandálicos”, cuyo diseño impide extraer residuos una vez depositados. Hasta el momento, se instaló un único prototipo en la esquina de Basavilbaso y Juncal, en el barrio de Retiro, como parte de una fase experimental destinada a “mejorar la recolección de residuos” y “evitar el desecho de materiales voluminosos no permitidos”.  

A diferencia de los contenedores tradicionales distribuidos en la Ciudad, estos modelos cuentan con un sistema de apertura similar al de un buzón. Este mecanismo permite que las bolsas ingresen al contenedor de forma manual, pero bloquea el acceso para sacar los residuos acumulados. Según el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, la tapa con resorte asegura que la basura caiga directamente dentro del contenedor al cerrarse, dejando el “buzón” vacío para el próximo usuario.  

La ubicación del contenedor piloto responde a la identificación de Retiro como una de las zonas con mayor presencia de basura dispersa, según explicaron desde la administración de Jorge Macri. Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público, declaró: “Estamos muy conformes con esta solución y también la mayoría de los vecinos consultados en esa cuadra, porque se redujo drásticamente el diseminado de basura que atenta contra la higiene urbana”.  

Sin embargo, no todos comparten esta perspectiva. Algunos vecinos y usuarios de la red social X expresaron críticas hacia la medida. Comentarios como “Más que antivandálicos, son trampas para cirujas” o “No sirven” reflejan el descontento de parte de la comunidad. Incluso se registró un caso en video donde un joven pidiendo ayuda al intentar salir del contenedor tras ingresar por la abertura destinada a las bolsas de residuos.  

El debate sobre los nuevos contenedores coincide con el incremento de personas en situación de calle en la Ciudad. Clara Muzzio, vicejefa de Gobierno porteño, lamentó este crecimiento, atribuyéndolo en parte a la crisis económica. Según el último censo, 4416 personas viven en las calles porteñas, lo que representa un aumento del 35% en comparación con los datos de noviembre pasado.  

Muzzio señaló: “Estas personas escapan de la crisis económica de la provincia y terminan viviendo en condiciones extremadamente vulnerables en la Ciudad”. Mientras tanto, el Gobierno porteño continúa implementando medidas bajo el lema “la calle no es un lugar para vivir”, como el desalojo de espacios públicos utilizados por personas sin techo, vendedores ambulantes y otros grupos.  

En abril del año pasado, la administración de la Ciudad liderada por Jorge Macri enfrentó críticas tras la publicación de imágenes que mostraban el antes y el después de un operativo que desalojó a personas en situación de calle en plazas y bancos. El posteo, catalogado como una “limpieza del espacio público”, fue eliminado poco después debido a la controversia que generó en redes sociales.  

En tanto, la implementación de los contenedores antivandálicos parece ser un nuevo intento por equilibrar la necesidad de mantener la higiene urbana con el desafío de atender la creciente crisis social que afecta a sectores vulnerables en el territorio porteño. La efectividad de esta medida será evaluada en las próximas semanas, mientras crece el debate sobre su impacto real en la vida cotidiana de los vecinos y su posible extensión a otras zonas de la Ciudad.