En prisión por conducir a 240 km/h en el corazón de Buenos Aires

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Condujo a 240 kilómetros por hora por una autopista de Buenos Aires, saltó los peajes, usó el carril de buses para evadir el tránsito en la avenida de 9 de julio, en el corazón de la ciudad, atropelló señales y luego se jactó de la decena de policías que no pudieron darles alcance: la secuencia, cargada de adrenalina, compone el último vídeo viral que consumen los argentinos. Su protagonista es un hombre de 36 años, corredor de autos, cantante aficionado y personaje conocido por mostrarse en Instagram rodeado de mujeres semidesnudas, armas, fajos de dinero y autos de lujo. Se llama Alejandro Radetic y desde el domingo está preso, acusado de conducción temeraria y destrucción de mobiliario urbano.

Un conductor subió a las redes un vídeo que lo muestra conduciendo a 240 km/h por Buenos Aires.
 

“Ale Radetic International drift pilot / cantante de reggaeton. Fiestero, fierrero, excéntrico… Soy todo eso por lo que tu mamá te diría que no te juntes conmigo”, dice el perfil del piloto en Instagram, donde lo siguen casi 80.000 personas. Allí hace honor a su presentación, con decenas de fotos rodeado de mujeres y exhibiendo fajos dinero entre motos caras y autos de carrera, una especie de álter ego sudamericano de Dan Bilzerian, un jugador de póker multimillonario cuyo excesivo estilo de vida sigue casi un millón de personas en Instagram. El dinero de Radetic no es fruto del trabajo duro, sino una herencia de familia. Su estilo de vida lo convirtió en un personaje conocido en el mundo del automovilismo, acostumbrado a codearse con actores y otros personajes famosos. Pero un vídeo de 18 minutos le ha costado la cárcel. Circuló en YouTube, editado con cuidado para borrar las caras y cualquier otra evidencia que permitiese identificarlo.

En las imágenes, Radetic conduce una todoterreno Porsche Cayenne por el centro de Buenos Aires en una carrera sin reglas contra una camioneta Dodge Ram. Recorren la avenida 9 de julio en zigzag entre el tránsito, ocupan el carril exclusivo para el bus y suben más tarde a la autopista que une el centro de la ciudad con su extrarradio. Allí el velocímetro de la todoterreno alcanza los 240 kilómetros por hora, entre los gritos del piloto y las personas que lo acompañaban a bordo. Todo termina en una estación de combustible, donde Radetic y el otro conductor, todavía prófugo, cuentan la cantidad de policías que evadieron. “Acá estamos, a salvo, disfrutando de la adrenalina”, dice uno de ellos. Las imágenes se viralizaron enseguida y Radetic no tardó en terminar preso.

Radetic, rodeado de dinero, armas y autos deportivos.
Radetic, rodeado de dinero, armas y autos deportivos. Instagram

“Andar a esa velocidad es someterse a cualquier tipo de imprevistos. Y esos imprevistos, con esa velocidad y con ese auto, implican poner en riesgo la vida de cualquiera”, dijo el fiscal general de Buenos Aires, Luis Cevasco, a cargo de la querella. “Es como andar en medio de la ciudad disparando una ametralladora al aire. Puede matar a cualquiera. Lo peor es que además lo subió a las redes, jactándose de lo que está haciendo y mostrando cómo se burla de la ley, las autoridades y demás. Esto supone una personalidad muy compleja”, agregó.

La policía lo fue a buscar el domingo a su casa de Nordelta, un exclusivo barrio privado en las afueras de la capital. Radetic nunca perdió la sonrisa, ni siquiera cuando le pusieron las esposas. Sabe que sus delitos, si bien muy mediáticos, merecen penas menores. La conducción riesgosa puede costarle, como máximo, tres años de cárcel, lo mismo que haber roto los conos del carril de buses y las barreras del peaje. Pero como no tiene antecedentes penales es poco probable que reciba la pena máxima. ¿Y podrá seguir conduciendo? “Desde el punto de vista penal, no se puede aplicar la inhabilitación completa. Una inhabilitación perpetua no está previsto en ninguna norma”, dijo Cevasco. Radetic disfruta de la adrenalina, sin que la justicia pueda hacer mucho para pararlo.
Autor: Federico Rivas Molina

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