Arquitectura porteña, y su cercanía con Europa

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Un análisis semiológico de la edificación porteña, llevo a la conclusión de su parentesco europeo casi igualatorio. Buenos Aires, una ciudad para descubrir, con algunos parecidos a Europa, y muchas autenticidades

Muchos extranjeros se aceran atraídos por el mito de la Paris Sudamericana.
Sus tonos grises, sus esculturales edificios antiguos, sus esquinas, sus calles, Buenos Aires la única que ha sabido conservar casi de manera intacta los más precisado de su arquitectura.
Una Ciudad en la que conviven diferentes generaciones entre sus edificios de estilo gótico, donde  sus formas edilicias reflejan su pasado y las circunstancias de su historia.

Algunos rincones de la Ciudad, tales como San Telmo, conservan aún rasgos muy escasos de la época Colonial. Lugares como La Manzana de la Luces, y La casa de Manuela Josefa, amante de Belgrano, son o más cercano ediliciamente a esa época que conservamos los porteños.

Sin embargo Buenos Aires no fue una gran Ciudad Colonial debido a la poca importancia que le otorgó la corona en su momento.

Los reyes, en ese entonces buscaban una Ciudad De Plata. Buenos Aires, distaba mucho de lo que ellos esperaban.

Lo más representativo de la época colonial que tenemos es el Cabildo.
A medida que avanzaron los años, la Ciudad fue cediendo hacia las remodelaciones perdiendo algunos de sus rasgos más específicos de la pobre arquitectura colonial que aun quedaban.
La Catedral no le escapo al proyecto de modernidad y fue remodelada también en la época de la presidencia de Rivadavia, perdiendo parte de sus más coloniales detalles.

Las grandes remodelaciones que sufrió la Ciudad de Buenos Aires, desde su época colonia,la convirtieron en la Nueva Europa de América.

Al principio en 1800, la Ciudad no era más que una aldea de 320 manzanas, donde los pocos habitantes del momento se trasladaban caminando a sus puestos de trabajo.
80 años después, comienza la emigración oligárquica hacia los que hoy serían los barrios del Norte de la Capital.

Los oligarcas porteños comenzaron un rápido ascenso económico social que los llevaría  a adaptar algunas costumbres francesas, mediante la extensión de la frontera productiva y el intercambio económico que en esos tiempos proliferaban. Este crecimiento gracias al intercambio mundial, ubica a la Argentina como el quinto país potencia a nivel mundial.

Los inmigrantes de dinero comienzan a buscar un lugar de asentamiento dentro de la Capital porteña para construir su fortaleza. La zona elegida es barrio Norte.
En ese momento, el barrio popular de personas de clase baja era Retiro. Los dividía la Avenida Córdoba y las cuestiones ideológicas de seguridad de un lado y pobreza y peligro del otro.

Los oligarcas porteños, decidieron quedarse a vivir en Buenos Aires. Por muy agradable que haya sido París, los inmigrantes no quisieron volver.

Ese fue uno de los motivos por lo que decidieron construir a la pequeña Paris en Buenos Aires. Y así comenzaron la ardua tarea que degeneraría en una de las infraestructuras más europea de América.