Se realizaron 8.726 pruebas entre el 24 y 25 de diciembre, duplicando los registros del año anterior. Hubo 70 resultados positivos, con 64 licencias de conducir retenidas y una tasa de positividad del 0,8%.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires reforzó sus controles de alcoholemia durante los festejos de Nochebuena y Navidad, con operativos que lograron duplicar la cantidad de testeos en comparación con 2023. En total, se llevaron a cabo 8.726 pruebas entre el 24 y 25 de diciembre, marcando un aumento significativo respecto a los 3.134 controles realizados el año pasado. Según informó el Gobierno porteño, 70 conductores dieron positivo, lo que derivó en la retención de 64 licencias de conducir.
En tanto, la tasa de positividad registrada este año fue del 0,8%, apenas por debajo del 0,9% de 2023, pese al aumento en el número de testeos. En el marco de estas políticas, la Ciudad ha intensificado los controles con el objetivo de reducir los siniestros viales vinculados al consumo de alcohol, que representan el 20% de los accidentes fatales en el territorio porteño.
La gestión liderada por el jefe de Gobierno, Jorge Macri, dispuso operativos en las 15 comunas de la Ciudad, involucrando a agentes de tránsito, bomberos y personal del SAME, quienes ampliaron su presencia en la Central Operativa para atender emergencias. Este despliegue forma parte de una estrategia integral que ya suma más de 360.000 controles de alcoholemia en lo que va de 2024.
El límite de alcohol en sangre permitido en la Ciudad es de 0,5 g/l para vehículos particulares, 0,2 g/l para motociclistas y 0,0 g/l para conductores principiantes o profesionales. Quienes superen estas cifras enfrentan sanciones que incluyen inhabilitaciones de licencia por un mínimo de dos meses y multas que van desde los $94.530 hasta los $1.260.400, dependiendo del nivel de alcohol registrado.
Entre los 70 positivos detectados, 43 conductores superaron el 1 g/l de alcohol en sangre, enfrentando inhabilitaciones de cuatro meses a dos años. Otros 27 casos se situaron entre 0,5 y 0,99 g/l, con sanciones que incluyen la inhabilitación de la licencia por un periodo de dos a cuatro meses. El dosaje más alto registrado alcanzó los 2,79 g/l.
Un caso que llamó la atención ocurrió en la autopista Ricchieri, donde un conductor argumentó que había recién despertado para buscar a su hija, sin imaginar que el test marcaría un nivel de 2,69 g/l de alcohol en sangre.
Por su parte, un chofer de aplicaciones fue detenido con 1,10 g/l de alcohol mientras trasladaba a tres pasajeras, quienes debieron continuar su viaje caminando.
En cuanto a incidentes vinculados a los festejos navideños, siete personas fueron atendidas en hospitales públicos por diversas lesiones. El Hospital Oftalmológico Santa Lucía reportó el ingreso de seis pacientes, de los cuales cuatro fueron tratados de manera ambulatoria y dos requirieron cirugías menores. En tanto, el Hospital Lagleyze no recibió heridos relacionados con pirotecnia, mientras que el Hospital de Quemados atendió a una persona con quemaduras provocadas días antes de Navidad.