Se llevo cabo con notable repercusión la edición décima tercera de esta convocatoria de puertas abiertas al arte en sus más diversas representaciones.
La apertura oficial se realizó a las 20, tal como estaba previsto, desde el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en San Telmo. Luego en la calle, la Orquesta Sinfónica Nacional se lució con la interpretación de “El Firulete” del Maestro Mariano Mores.
Porque una propuesta como ésta es de real integración. Los ciudadanos, vecinos, visitantes todos unidos por la cultura. Desde su espacio infinito que no es patrimonio de nadie en particular, sino que por el contrario, pertenece a todos y a cada uno, más allá de si se ha estudiado, ó no…La sensibilidad pasa por la preferencia estética, paleta de colores, formas, mensaje, con preparación académica ó sin ella. La posibilidad de este puente es un logro que merece ser destacado como objetivo sostenido, a través del cual, también y en otro orden, la gente recuperó las calles, haciendo suya la nocturnidad. Disfrutando de un momento único, especial bajo la luna y en compañía de la diversidad que se dio cita, con la mejor onda, porque no quiso quedarse afuera…
Alrededor de un millón y medio de personas visitaron las distintas salas. Cabe destacar que la jornada se llevo a cabo con toda energía y tranquilidad. Con paciencia fueron esperando turno para el ingreso a algunos de los clásicos de cada año, como son el Museo de Bellas Artes, Malba y el CCK, entre otros…
A la iniciativa cultural, se sumo el servicio de colectivos gratis, junto al libre pase en la Autopista.
El Distrito de las Artes en la Boca, se lució y mucho. En la Usina del Arte se destacó especialmente la exposición de fotografía de David Lachapelle. La muestra incluyó cerca de ochenta obras del consagrado artista, el que en persona recibió los visitantes, bien dispuesto a responder consultas sobre su vida y arte.
Sin duda, una fiesta inolvidable, que podría extenderse por dos ó tres noches más…