El consumo de alcohol en menores de edad avanzó significativamente en los últimos años. Según las estadísticas el crecimiento fue del 28% en los últimos 7 años. Un vicio que amenaza con la alegría sana de los más jóvenes.
El aumento se dio principalmente en los jóvenes de entre 13 y 20 años de edad. Las cifras indican que se paso del 42% al 60% en tan solo 7 años.
Estos números son alertantes socialmente y los especialistas aseguran que los excesos generalmente se dan en las viviendas de familias, comúnmente denominadas ¨previa¨.
La nueva epidemia social del alcohol en menores de edad no respeta rangos económicos ni estratos sociales y afectan de manera uniforme a los jóvenes de la Ciudad.
La euforia de las salidas nocturnas se da en pasos bien establecidos donde la previa a la salida es el momento de mayor consumo de alcohol en los jóvenes.
Si bien la venta de bebidas alcohólicas esta prohibidas en los boliches, las normas se infringen continuamente.
El anonimato de las previas en las viviendas familiares constituye el foco de consumo de los jóvenes y adolescentes.
Para ello lo jóvenes necesitan de un hogar cómplice que les permita consumir libremente alcohol y en muchas ocasiones otro tipo de sustancias como drogas en pastillas.
Según la Secretaria de Políticas Integrales sobre Drogas en 2010 el número de jóvenes que consumían alcohol regularmente y abusivamente era solo del 42% mientras que en el 2017 el número ascendió al 60,5%.
Los “pres”, “preboliches” o “previas”, empezaron a ponerse de moda entre los mayores de 18 para evitar consumir alcohol dentro de las discotecas. “Con lo que sale un trago en un local, te comprás una botella de vodka”, dice Juan Ignacio, que acaba de cumplir los 18. Con una edad de inicio de consumo de alcohol cada vez más temprana, las “previas” hoy son moneda corriente entre los menores, especialmente antes de ir a bailar o a una fiesta de egresados. Ahora también hay una moda de “previas largas”, que duran toda la noche.
La problemática se incrementa en los jóvenes mayores de edad de todo el país. Cerca del 78,9% de los participantes de esa edad manifestó en algún momento haber consumido alcohol demás en los últimos 30 días mientras que el restante 31.7% indica haber consumido alcohol excesivo 1 vez por semana.
