Las causas pueden ser varias, y de acuerdo a su detección, también los tipos de tratamientos.
Afecta a ambos sexos,pero en el hombre se manifiesta más con la irritabilidad, y en la mujer , la tristeza.
Su término deriva del latín (depressus),que significa hundimiento y asi se siente la persona que lo padece.
Este trastorno emocional , puede presentar bajones transitorios del ánimo, hasta signos y síntomas que ocasionen sufrimiento y dificultades en la vida cotidiana.
La depresión masculina ,suele tener las siguientes manifestaciones:
• Exceso de cansancio y fatiga: movimientos más lentos en el habla,los procesos del pensamiento y la capacidad de aprendizaje.
• Dormir menos durante la noche: despertar precoz, aparición de sucesivas preocupaciones.
• Marcada hostilidad e irritabilidad: puede generar situaciones conflictivas, y hasta agresivas, a veces reaccionando , por cosas absurdas, se tornan peleadores. Una forma de descargar las tensiones internas que padecen.
• Mayor incidencia de dolores o de síntomas corporales: como demostración o descarga,psomatizan físicamente su malestar.Suele ser habitual el aumento de la presión arterial, arrítmias cardíacas, eventos coronarios.
• Abuso de Sustancias Nocivas: excesivo consumo de cafe,cigarrillos o alcohol y drogas. Detrás de estas adicciones , pueden haber cuadros depresivos enmascarados.
• Malhumor: retos, críticas o reproches, evaluando al otro permanentemente.
• Niegan estar deprimidos: no suelen aceptar ayuda psicoterapéutica o tomar antidepresivos, cuando el profesional lo considere necesario.
• La frecuencia de suicidios: es estadísticamente mayor que en la mujer.
• La mujer, en cambio: duerme más; expresa más su tristeza, angustia, desesperanza o apatía. Además tratan de evitar conflictos interpersonales, mientras que los hombres los buscan o provocan.
• Suele hablar más de lo que le sucede o siente: con gente de su entorno y mayor propensión al llanto.
• Su tratamiento se basará en cada caso en particular, con personal capacitado e idóneo que ayude al paciente.
