Gino un hito emblemático  barrial

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Se trata de uno de los locales más emblemáticos del barrio la Paternal. El mimo ofrece no solo los secretos de la historia barrial sino tradición. Detalles que ofrecen más que un menú.

En el corazón del barrio La Paternal se encuentra una pizzería que data de 1943. Recetas tradicionales amalgamadas con un ambiente de época perdida en el tiempo que hace  70 años conquista a varias generaciones de porteños.

Gino, como recibió su nombre la pizzería hace más de 70 años atrae a los comensales por una delicia sobresaliente: su emblemática torta de ricota que la hace trascender los límites de su barrio.

El antiguo cartel de color celeste y rojo con sus letras blancas lo anticipa antes de ingresar: “Gino, el capo de la torta de ricota”. Desde la vidriera se puede ver la enorme heladera que exhibe gran variedad de tortas que llaman la atención de los golosos que peregrinan sobre la extensa avenida Juan B Justo.

La historia del lugar cuenta que en la década del cuarenta,  existía un  local que era una lechería hasta que a un italiano de apellido Maradei, junto a otros socios, se le ocurrió abrir en 1943 una pizzería con despacho de helado artesanal. La llamó Gino en honor a uno de sus sobrinos. El caballito de batalla siempre fueron las pizzas como la fugazzeta rellena con mozzarella o la napolitana. Al poco tiempo, se volvió famosa en el barrio por ser una de las primeras pizzerías tangueras del país.

Semanalmente organizaban peñas de tango en las que participaron los reconocidos tangueros Rodolfo Biagi, Hugo Duval y Mario Luna, entre otros.

Cuando la pizza ya estaba posicionada, a Mingo, uno de los hijos de Maradei, se le ocurrió incorporar la imbatible torta de ricota como una opción dulce. La condición era simple: tenía que ser suave, esponjosa y con gran cantidad de relleno. Mingo era un apasionado de la pastelería y probó diferentes recetas hasta llegar a la indicada.

Los primeros meses preparaban tan solo pequeñas cantidades y ofrecían un combo de pizza al corte con una porción de torta de ricota. Con el boca a boca, los vecinos empezaron a conocerla. Todos querían probar la famosa torta con más de un kilo de ricota.

Los fines de semana sobre la Av. Juan B Justo 5183 se armaban largas colas en la puerta del negocio. Fue así como agregaron la opción de torta entera para llevar y duplicaron la producción. Gino se convirtió en “el capo de la torta de ricota” y apareció el famoso slogan que los identifica hace años.

La historia del local demuestra la importancia que se le daba a los comensales y clientes en la degustación y opinión del producto.

Hoy nadie va al local solo por las fugazetas. Todo aquel que entra tiene que probar inevitablemente la torta de ricota que distingue el espacio,

Los hijos de Maradei continuaron con el negocio hasta el año 2001 cuando decidieron vender el fondo de comercio. Por aquel entonces, la familia Nizzoli se hizo cargo de la pizzería. Les dejaron el mobiliario, las máquinas de la década del cuarenta (batidora, sobadora y balanza) y también la mágica receta de la torta. Según cuentan “la única condición para venderles Gino fue que no cambiaran ni una coma de la receta original de la torta”. Y así fue.