El Ministerio de Ambiente y Espacio Púbico de la Ciudad de Buenos Aires, ordeno la instalación de 400 paneles solares, equivalente a un total de 330 watt, en los techos de las 19 estaciones del Centro de Trasbordo de Retiro, frente a la terminal del tren, y a la de ómnibus, sobre la avenida Ramos Mejía.
El proyecto comenzó hace más de dos años en el Metrobus de la 9 julio, donde se colocaron 328 paneles solares sobre las estaciones Obelisco Sur y Norte, que generan una energía limpia equivalente a 110.000 Kw por año, que se introduce directamente al sistema eléctrico de la Ciudad de Buenos Aires.
La energía obtenida en los paneles colocados en Retiro, será volcada a la red del sistema eléctrico de la Ciudad, mediante cuatro inversores de corrientes, que están en la fila de estaciones, interconectados por canales subterráneos. La energía producida, se calcula que es semejante al consumo de 193 casas tipo por año, sería el ahorro de energía similar al reemplazo de unas 46.000 bombillas incandescentes por lámparas Led.
Se invirtieron cerca de $10 millones en la colocación de estos paneles en la estación de Trasbordo de Retiro, y $7 millones en la del Metrobus de la 9 de julio.
Otra experiencia relacionada al uso de la energía solar en la Argentina, es la que se utiliza en el Sistema de Trolebús de la Ciudad de Rosario. Los coches circulan por las catenarias, los cables aéreos de alimentación, impulsados puramente por energía solar, evitando también las emisiones de gases. La energía a estas unidades de transporte es suministrada por el Parque Solar de San Lorenzo, y se estima que según los cálculos oficiales se genera un ahorro equivalente a 270 toneladas de combustible por año, a la vez la no emisión de gases de 720 toneladas anuales de dióxido de carbono que contamina la atmósfera y el medio ambiente.
Otro caso en la utilización de estos paneles, es en el complejo de viviendas La Contanera, construido en la Villa 31, donde se colocaron estos paneles solares en las terrazas de los diez edificios, para garantizar la electricidad de sus residentes. Los departamentos tienen asegurado el suministro eléctrico y no tienen que pagar por su uso, además de que la energía no utilizada vuelve a inyectarse en la misma red.
