Los trabajadores del Teatro Cervantes confeccionan mil barbijos diarios para distribuir en las zonas más vulnerables de Buenos Aires.

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En el marco de la pandemia del coronavirus en nuestro país, y en sintonía con la emergencia sanitaria, los trabajadores del sector de sastrería y vestuario del Teatro Nacional Cervantes, fabrican  barbijos caseros para que sean donados a quienes más los necesiten.

El Teatro Nacional Cervantes, ubicado en la calle Libertad 815, del  barrio porteño de San Nicolás, conjuntamente con el Ministerio de Cultura de la Nación, fueron los creadores de esta iniciativa solidaria, para producir protectores de nariz-boca y donarlos entre los pobres, y de esta forma colaborar en la prevención del contagio del COVID-19. Los barbijos que realizan, no son los quirúrgicos, sino protectores que cumplen con el objetivo de cubrir la zona de la nariz y la boca, que son los indicados por el Gobierno para circular en la calle o ingresar a un comercio. Se trata de tapabocas dobles, que entre ambas capas se coloca una servilleta de papel, y que después de usarlo se tiene que tirar el papel y se podrá lavar el tapabocas con agua caliente y jabón, para volver a reutilizar.

Las telas para confeccionarlos fueron donadas por una empresa textil anónima, y el resto de los materiales son aportados por el Ministerio de Desarrollo Social y por el mismo Teatro Cervantes. La producción diaria de estos barbijos caseros, llegan a un total de mil tapabocas que se entregan todos los días al Ministerio de Desarrollo Social, para que disponga de su distribución. Además de los trabajadores de vestuario y sastrería del Cervantes, varios actores colaboraron con esta iniciativa realizando donaciones. Según detalló el Director del Teatro, Rubén D’Audia, la transformación de los talleres del sector de vestuario, en una herramienta vital para la confección de miles de barbijos, resulta ser una experiencia muy gratificante, y subrayó que el Teatro está en condiciones no solo de hacer barbijos, sino también camisolines, cofias,  y la elaboración de cualquier producto de prevención que se considere necesario para la prevención del coronavirus. En los talleres del subsuelo del Teatro, trabajan diariamente 53 voluntarios, que son parte del Área de sastrería, escenografía, utilería, maquinaria y efectos especiales. El trabajo se divide en dos turnos de 25 personas por grupo, para respetar las medidas de distanciamiento social.