Las estadísticas indican que cada 48 horas ocurre una muerte por accidentes de agua. Alerta para padres y adolescentes traviesos.
En Argentina el uso de las piletas parece no estar debidamente controlado. Las estadísticas indican que cada 48 horas muere una persona ahogada. Sin embargo el 85% de estos casos pudieron haber sido evitados. Esto indicaría que la falla esta en las medidas preventivas de seguridad de las piletas.
Los recientes casos de accidentes de agua en menores de 10 años en los Balnearios de Buenos Aires presentaron varios dilemas y pusieron en auge un viejo debate, cuan seguro y responsable es llevar a los hicos a las piletas?
Los meses de diciembre a marzo ofrecen diferentes alternativas en lo que a balnearios respecto. Piletas de natación, playas o espacios recreativos son algunas de las opciones.Sin embargo el cuidad no siempre es el más seguro ni lo apropiado.
Solo en enero fallecieron cinco turistas argentinos en Brasil y otras 17 personas en arroyos, lagunas, mares o piletas de la provincia de Buenos Aires, Entre ríos, Mendoza, Córdoba y Santiago del Estéreo.
Los datos estadísticos del Ministerio de Salud de la Nación indican que un total de 416 casos de ahogamiento se dieron en el país en el verano del 2016 mientras que la cifra se mantiene estable en 2017.
Un porcentaje bastante elevado de menores de 19 años en su mayoría de sexo masculino fallecen a causa de accidentes de sumersión.
De hecho, el ahogamiento es la segunda causa de muerte entre el año de vida y los 15, sólo precedida por los accidentes viales. “El ahogamiento en aguas claras, en piletas o inclusive en mares, lagos y arroyos es la tercera causa de muerte por traumatismo no intencional en el mundo. Se calcula que anualmente, por ahogamiento, mueren 372 mil personas, según datos de la OMS”, explicó Fernando Burgos, jefe de pediatría del área ambulatoria del Hospital Universitario Austral y miembro de la red Niños Sanos, Niños Felices.
Son generalmente los niños y adolescentes los más vulnerables a ésta situación por lo que el cuidado debe estar direccionado especialmente para esa franja de edad.
Las prácticas deben ser preventivas desde el primer contacto del niño con el agua. Enseñarles a nadar es una de las formas de prevenir futiros accidentes en relación al tema. Esto es una práctica que los padres no suelen tener en cuenta por considerarlo de poca importancia, sin embargo lo apropiado es que los niños de 4 años en adelante puedan participar de clases de natación en alguna colonia vacacional.
No obstante saber nadar no le da al chico la seguridad para mantenerse a flote en una emergencia, advirtieron los especialistas. Para prevenir accidentes, los chicos siempre deben estar al cuidado de un adulto y los menores de 3 o 4 años deben tener un salvavidas o las famosas ‘alitas’ en los brazos para mayor seguridad.