La Ciudad avanza hacia una movilidad más sustentable con la llegada de nuevos medios de transporte

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Con la reciente aprobación del Presupuesto 2025 en la Legislatura porteña, la Ciudad de Buenos Aires (CABA) se prepara para dar un salto hacia la modernización de su sistema de transporte público. Entre las principales iniciativas se encuentran la incorporación de colectivos eléctricos y el esperado arribo del Trambús, un moderno tranvía eléctrico que promete cambiar la forma en que se desplazan tanto residentes como turistas por el microcentro porteño.

El nuevo sistema de transporte eléctrico, impulsado por la administración del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, busca atender la creciente demanda de transporte en áreas que han quedado desprovistas de opciones debido a la reubicación de varias líneas de colectivos en los metrobuses de la avenida 9 de Julio y del Bajo. La propuesta consiste en ofrecer una alternativa ecológica y cómoda para los usuarios que recorren el casco histórico de la ciudad, desde Retiro hasta Parque Lezama.

La empresa DOTA, encargada de gestionar más de 180 líneas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y 13 de ellas en CABA, será la responsable de poner en funcionamiento los colectivos eléctricos. El primer o segundo trimestre de 2025 marcará el inicio de este servicio, que comenzará con unidades gratuitas para los usuarios. Estos colectivos cubrirán un recorrido de más de 12 kilómetros, con 36 paradas, y se espera que circulen a una velocidad limitada para asegurar la seguridad de los pasajeros. Cada colectivo tendrá una capacidad de 6 asientos y espacio para pasajeros de pie.

Esta iniciativa se complementa con un plan de modernización y mejora en la seguridad de los buses bajo jurisdicción porteña, que incluye la renovación de la flota y la migración hacia vehículos eléctricos, lo que contribuirá a la reducción de la antigüedad de los colectivos en servicio.

Pero la verdadera revolución en el transporte de la Ciudad será la llegada del Trambús, un vehículo eléctrico o híbrido de gran capacidad, diseñado para ofrecer una alternativa ecológica sin la necesidad de construir vías específicas, como ocurre con los tranvías tradicionales. El Trambús circulará por carriles exclusivos, lo que permitirá a los vehículos evitar el tráfico y mantener una velocidad constante.

El Gobierno porteño tiene previsto adquirir 60 unidades de Trambús, que estarán equipadas con cargadores de alta potencia para garantizar su funcionamiento continuo. Cada uno de estos vehículos tendrá una capacidad de entre 70 y 85 pasajeros, tanto sentados como de pie. Los trambuses estarán dotados de aire acondicionado y contarán con baterías propias para su funcionamiento, lo que los convierte en una opción completamente autónoma y sostenible.

El Trambús recorrerá inicialmente el nuevo Corredor Costero, partiendo desde Congreso de Tucumán hasta Retiro, pasando por la Costanera Norte y el Parque de la Innovación. En una segunda etapa, el servicio se extenderá hacia Puerto Madero, pasando por Juana Manso hasta La Boca. Finalmente, en una tercera etapa, los Trambús llegarán hasta el barrio de Lugano. Sin embargo, las autoridades porteñas continúan evaluando otras opciones de recorrido para optimizar el servicio.

A nivel internacional, el Trambús ha sido implementado con éxito en ciudades como Ciudad de México, Quito, Bogotá, Nantes, París, Barcelona, Beijing y Shanghái, y su implementación en Buenos Aires se considera un paso clave hacia la modernización y la mejora de la calidad del transporte público.

Con más de 3,6 millones de personas desplazándose diariamente dentro de la Ciudad, de las cuales aproximadamente 1,7 millones utilizan el transporte público, la llegada de estos nuevos medios de transporte resulta esencial para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. El transporte público porteño, que opera con una flota de 1.691 unidades en 31 líneas, será renovado gradualmente, con el objetivo de reducir la antigüedad de los vehículos y garantizar una movilidad más eficiente y sustentable. Este esfuerzo de modernización y adaptación a las nuevas necesidades urbanísticas se enmarca dentro de un plan más amplio de revitalización del sur de la ciudad, con un fuerte énfasis en la mejora de la infraestructura de transporte público, que incluye también la renovación de estaciones y vagones de la línea B del subte.