Flores, el barrio porteño con más albergues transitorios

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De todos los barrios porteños de la Capital, Flores lidera la lista de lugares preferidos para la inauguración de hoteles transitorios. Los motivos y un recorrido por la sexualidad porteña que en esta nota deja de ser tan íntima.

La cámara de propietarios de alojamiento, informó la existencia de 177 albergues transitorios en la Ciudad de Buenos Aires.

En su mayoría, los propietarios de estos sitios destinados al uso exclusivo de las parejas están ubicados en la zona de Flores y Balvanera seguidos por Constitución, Belgrano, Caballito y Palermo.

Los precios varían según la zona. Si bien Flores es uno de los barrios con mayor presencia de hospedajes transitorios en su mayoría son de costos accesibles y servicios limitados. Sin embargo, ubicados en Palermo cuentan con propuestas mucho más novedosas.

Los hoteles de alojamiento, hoy difieren mucho de los de 4 años atrás. Los sociólogos dirían que se pone en evidencia con estas transformaciones la evolución de las prácticas sexuales de los porteños.

La decoración fue variando de acuerdo a las épocas, adaptándose a las necesidades de los clientes. En su momento el furor pasó por las habitaciones temáticas.

En la década del 60 los hoteles transitorios eran vistos como epicentros inmorales, lugares de encuentros con personas comprometidas, o relaciones mal vistas socialmente.

Ya en la década del 90, los albergues transitorios pasaron a llamarse “telos” y fueron materia de discusión y debate. Ya no eran vistos como el lugar de encuentros clandestinos y prohibidos y se vislumbraba una nueva mirada social, producto de una apertura mental menos primitiva.

Hoy, la sociedad ve a los hoteles de alojamiento transitorios como lugares de encuentros pasionales y no sólo prohibidos. Ven en ellos la posibilidad que las parejas jóvenes puedan escapar a la rutinaria vida sexual.

Tentativas ofertas para una mini luna de miel copan las publicidades de estos sitios en internet. Ofrecen momentos de relax con un yacuzzi incluido.

Quizás el hecho de que muchas familias admitan a los adolescentes vivir su sexualidad en las propias habitaciones de la casa familiar, trajo cierta pérdida a estos lugares que basaban sus ganancias en los jóvenes que se iniciaban a la vida sexual.

Según una encuesta realizada por la cámara de propietarios de Albergues transitorios, el 60% de sus visitantes son personas públicamente conocidas o con cierto compromiso social o matrimonial que desean un momento de intimidad para vivir su sexualidad con quien les plazca.

Famosos o no, pasionales, tramposos, jóvenes o maduros, comprometidos o solteros, posicionados económicamente o simples trabajadores de oficina, lo cierto es que los albergues transitorios siguen proliferando en Flores, un barrio en el que se respira pasión.