Se trata de un evento único y llamativo que consiste en descubrir la historia sexual de una Ciudad a través de un tours particular. Detalles que no podes dejar de leer.
Córdoba es una de las ciudades turísticas más visitadas de la Argentina. En las últimas semanas fue noticia debido a un llamativo circuito turístico que intenta recorrer los rincones eróticos de Córdoba.
Se trata de una propuesta innovadora y polémica ideada por Sebastián Zapata quien contribuyo a la creación de este recorrido sexual desde los tiempos indígenas hasta comienzos del siglo XX.
Con esto Córdoba demuestra que su atractivo no se limita a las sierras sino que ofrece una gama de actividades y atracciones fuera de lo común.
Reinventarse los paisajes para poder ofrecer otra óptica es una alternativa que está en auge en Córdoba.
El recorrido de “Rincones Eróticos de Córdoba” comenzó el 8 de febrero y se repetirá el 22 de febrero.
La idea de realizar un tour como éste surgió, como muchas veces, en otra visita guiada en donde surgió el interés por saber de dónde provienen nuestros tabúes y con la idea de responder una serie de preguntas recurrente: ¿hubo sexo en la historia de Córdoba?, ¿cómo fue ese sexo?, ¿cuáles eran las motivaciones y preferencias de la gente?, ¿dónde estaba el límite entre lo que debía ser y lo que pasaba realmente?” explico el responsable Zapato.
El recorrido incluye la formación sexual de la ciudad y por el otro “Revolución y liberación sexual de Córdoba”, diversas postas y respetando el curso de la historia, comienza como indica la línea de tiempo con los pueblos originarios, época de tribus comechingonas en la zona de la ciudad de Córdoba.
Llamativamente también se detiene en los cambios de conductas sexuales que fueron modificadas desde la época de los españoles hasta la actualidad
“El español llegó a estas tierras y lo hizo junto a sus reglamentaciones propias reglamentaciones, entre las que se incluían muchos puntos vinculados a la intimidad de la pareja. Los pueblos originarios tenían relaciones sexuales antes de la unión matrimonial, lo que para los españoles era un pecado y un delito. Debieron cambiar sus costumbres, algunos lo aceptaron, otros se revelaron. Hubo castigos muy severos para quienes liberaron su instinto sexual”.
