Mauro, un santiagueño de siete años, por esas cosas de la vida, de las travesuras, aspiró purpurina desde un silbato…mientras realizaba las tareas del colegio en su hogar.
Se hicieron todos los esfuerzos en el Centro Provincial de Salud de Santiago del Estero, pero fueron en vano. El diagnóstico: Muerte Cerebral. De acuerdo a los últimos estudios neurológicos, se informa que el niño no respondía ante ningún estímulo y que apenas respiraba con ayuda mecánica. Finalmente el pequeño falleció…
Los especialistas coinciden en que la purpurina, tan común para tareas escolares y manualidades, contiene metales pesados como cobre y plomo que son altamente tóxicos a la hora de ser inhalados, ya que producen un bloqueo en el intercambio del oxígeno y el anhídrido carbónico natural de toda respiración. También producen el deterioro neurológico y fallas renales, entre otras consecuencias.
El Anmat exige que todo tipo de sustancia como ésta, disponga en su envase ó presentación un número de contacto con un Centro de Atención Toxicológica, medidas de prevención y tratamiento básico.
El niño es niño, detrás de él hay adultos, padres, hermanos mayores, maestros, profesores. Alguien que sugiera la prevención, sobre todo, cuando se manipulan tales ó cuales materiales, sobre los que no existe demasiada información ampliatoria al respecto…
En tanto, un proyecto de ley fue presentado ante la Legislatura Porteña, para educar y concientizar sobre el uso de purpurina/brillantina en el ámbito de la Ciudad. La iniciativa, que pertenece al Diputado Roberto Quattromano (PRO) contempla que el producto ó similares, tendran que incluir en el envase, la siguiente leyenda: ” Su uso debe estar supervisado por un mayor”. Un aporte para otorgarle a la purpurina el uso correspondiente, sin provocar daños en la salud.
En Mendoza se prohibió la venta a menores y se dispuso la eliminación de su uso en las escuelas de todo el territorio provincial.
