Cada vez más actividades se trasladan al entorno digital, modificando la vida y los hábitos de las personas. Ya sea para comunicarse, informarse, entretenerse, sacar un turno médico o realizar trámites bancarios, la dependencia de las herramientas en línea y la habilidad para manejarlas aumenta constantemente.
En consonancia con las tendencias globales, en la Ciudad de Buenos Aires se observa un incremento en la demanda de tecnología, especialmente entre dos grupos que enfrentan desafíos particulares: personas mayores y personas con discapacidades.
La conexión digital favorece la actividad mental y puede mejorar la calidad de vida a través del uso de nuevas tecnologías, ya que estas herramientas pueden fomentar la independencia y la autonomía. Participar en actividades grupales en línea también promueve habilidades y enriquece la interacción social.
En este marco, la seguridad en línea y la protección de los datos en todos los entornos digitales se han convertido en necesidades cruciales para maximizar los beneficios de la tecnología de manera segura y confiable.
El Programa de ABC Digital de la Secretaría de Bienestar está destinado a personas mayores y personas con discapacidades, con el objetivo de empoderarlas y mejorar sus vidas mediante el uso independiente y seguro de la tecnología en su día a día.
Todas las charlas y capacitaciones de este programa son gratuitas y abiertas a la comunidad. La información completa sobre los diferentes encuentros y el cronograma para participar se encuentra disponible en la app Club +Simple, una plataforma integral de beneficios y servicios para el segmento +60.
¿Cuáles son los riesgos de la conectividad y cómo podemos evitarlos?
Hay numerosas situaciones y escenarios en los que las personas pueden enfrentar amenazas en línea. El equipo de capacitaciones de la Gerencia Operativa de Economía Plateada del Gobierno de la Ciudad identifica las siguientes amenazas como las más comunes y ofrece consejos para prevenirlas.
Phishing: Técnica en la que los atacantes se hacen pasar por entidades confiables para obtener información confidencial, como contraseñas o detalles de tarjetas de crédito.
Cómo evitarlo: Desconfiar de correos electrónicos, mensajes o enlaces que soliciten información personal o financiera, y verificar siempre la autenticidad de la fuente antes de proporcionar datos. Confirmar solicitudes inusuales o urgentes a través de canales alternativos antes de responder.
Virus y Malware: Software diseñado para dañar o infiltrarse en un sistema informático sin el conocimiento o consentimiento del usuario.
Cómo prevenirlo: Mantener actualizado el software antivirus y realizar escaneos periódicos, así como evitar descargar archivos adjuntos o hacer clic en enlaces sospechosos.
Contraseñas Débiles: Vulnerables a ataques de ciberdelincuentes, poniendo en riesgo la seguridad y privacidad en línea.
Cómo fortalecerlas: Utilizar contraseñas fuertes con combinaciones de letras, números y caracteres especiales. Evitar el uso de información personal obvia, como nombres y fechas de nacimiento.
Accesos no Autorizados: Pueden resultar en la pérdida de información confidencial y riesgos de seguridad.
Cómo prevenirlos: Monitorear las actividades de inicio de sesión en cuentas en línea y configurar la autenticación de dos pasos para añadir una capa adicional de seguridad.
Sitios Web Falsos: Comunes y creados para estafar o robar datos personales.
Cómo evitarlos: Verificar la autenticidad de los sitios web antes de ingresar información sensible y asegurarse de que la URL comience con “https://” para indicar una conexión segura.
Otros consejos útiles:
- Ser selectivo al compartir información personal en línea y evitar proporcionar detalles innecesarios en perfiles y foros públicos.
- Mantener todos los programas y sistemas operativos actualizados con las últimas versiones y parches de seguridad.
- Conectarse solo a redes Wi-Fi seguras y evitar el uso de redes públicas para transacciones sensibles.
- Monitorear actividades financieras, revisando regularmente extractos bancarios y reportes de crédito para detectar cualquier actividad sospechosa.
- No hacer clic en enlaces ni descargar archivos de fuentes no verificadas y activar la autenticación de dos pasos cuando esté disponible.
- Revisar y ajustar regularmente las configuraciones de privacidad en redes sociales y otras plataformas en línea, limitando la información compartida públicamente.
