El especialista en nutrición de la Universidad de Múnich Berthold Koletzko participó la semana pasada de un Congreso sobre Nutrición organizado por AANEP en Buenos Aires. El especialista enfatizó sobre la importancia de la nutrición en los primeros 1000 días de vida y su impacto en el largo plazo y desarrollo de los niños hasta la adultez, al explicar: “En este periodo, el cuerpo desarrolla su plasticidad, y por ello la nutrición y el medio ambiente tienen influencia en cómo se crea nuestra estructura, en su función, en su fisiología, y en la salud a largo plazo”.
Al disertar sobre Epigenética, el profesor de Pediatría agregó: “Sabemos que en las primeras semanas de la concepción se pueden producir posibles malformaciones que pueden ser reducidas con acido fólico, que la prematuridad se puede reducir con Omega 3”, y aclaró que “todo lo que suceda en este periodo va a redundar en la composición, tamaño de nuestro cuerpo, va a tener relación directa con la función física, cognitiva, y mental, y con futuros riesgo de infecciones, enfermedades inmunes, alergias, entre otras afecciones”.
Por ello, según cuentan los especialistas, cuanto más dure el periodo de amamantamiento mayor será la protección contra la obesidad, detalló Koletzko y esto se debe a “que la alimentación con leche materna en los bebes reduce el riesgo de obesidad en el futuro en virtud de “nutrientes que la componen y actúan como protectores” contra la obesidad”.
Este mecanismo biológico, según Koletzo, quedó demostrado en diferentes estudios que señalan la relación entre el amamantamiento y la menor cantidad de sobrepeso u obesidad en los niños, además, se ha comprobado que los bebes amamantados tienen menor grasa corporal que los que fueron alimentados con leche de formula.
A modo de ejemplo, el pediatra señaló “sabemos que si una mamá embarazada tiene sobrepeso, se dobla el riesgo que el bebé tenga sobrepeso cuando crezca”. Este proceso se debe a que la dieta de la madre durante el embarazo posee una gran influencia en la metilación de genes (proceso de activación o desactivación de los genes), explicó el especialista.
Al respecto Koletzko citó un estudio europeo que muestra que, por ejemplo, fumar durante el primer trimestre del embarazo, afecta a unos cuatro o cinco genes que están relacionados algunos, con la adhesión proteica celular neuronal, el desarrollo del lenguaje y el autismo, con la respuesta inmune, y un tercer gen que se relaciona con la dependencia a la nicotina u otras sustancias. En ese último caso, se traduce que de una madre fumadora o adicta a alguna sustancia, su bebe será dependiente en su adultez.
Todas estas modificaciones, son estudiadas por la Epigenética, rama de la biología, que puede definirse como “los cambios estables y heredables en la expresión génica, que no son producidos por cambios en la secuencia del ADN”.
Koletzco advirtió que cuanto más temprana sea la intervención mayores beneficios se obtendrán para la salud de la población en general, comento. Si una persona consulta al médico y le dice” no quiero tener diabetes o padecer problemas cardiacos, seguramente el doctor aconsejara cambiar la forma de vida, la alimentación, realizar ejercicios físicos, y esto reducirá los riesgos de padecer alguna de estas dolencias, pero los resultados serán modestos”.
En cambio, agregó que si todo este esfuerzo lo ponemos “al comienzo de la vida o durante el embarazo los beneficios serán mayores”.
* Berthold Koletzko, Profesor de Pediatría y Jefe de la Div. de medicina Metabólica y Nutricional de Hauner Children’s Hospital, University of Munich Medical Centre, Munich, Alemania.