La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, aprobó una modificación de Ley N° 5.670, que regula la actividad en los establecimientos para personas mayores, con la inclusión de las mascotas de visita, acompañamiento diario o para fines terapéuticos, en todos los Geriátricos de la ciudad. El propósito de esta medida, es favorecer el bienestar de los mayores a través del vínculo con sus mascotas. Por otra parte, se busca facilitar la realización de actividades terapéuticas, con perros especialmente entrenados para mejorar la calidad de vida de las personas que residen en los Geriátricos del Distrito porteño.
Los especialistas gerontólogos afirman que la soledad de los adultos mayores pude aliviarse con los animales de compañía. A su vez, prolongan notablemente los síntomas del deterioro gradual de sus funciones emocionales, motoras y sociales que surgen con la vejez. Tener una mascota resulta ser una de las mejores ideas para paliar este tipo de situaciones. Los animales de compañía fomentan en las personas un estado activo, ya que aportan sus propios ritmos vitales a los que hay que acostumbrase, alimentarlos, sacarlos de paseo y cuidar de su salud, lo que impide el abandono del propio estado de salud de la persona y favorece su vida social. La nueva medida busca incorporar más derechos para los ancianos y aliviar su soledad en las residencias geriátricas. La finalidad es permitir el ingreso y permanencia de las mascotas en los Geriátricos, para convivir junto a los ancianos, y que las mascotas puedan participar en las terapias asistidas. Los animales mejoran la salud física y emocional de las personas de edad, ya que reducen la ansiedad, el aislamiento, la frecuencia cardiaca, tensión nerviosa, depresión, tristeza y la sensación de soledad. Según algunos estudios, la terapia asistida con perros es uno de los tratamientos no farmacológicos, más efectivos que se proporciona a las personas mayores contra el Alzheimer. Las terapias con perros suelen tener las siguientes ventajas: mejoran el estado de ánimo y la relación con otras personas, fortalece los músculos de los pacientes, la coordinación motriz y las destrezas motoras, favorece el desarrollo de los sentidos, acrecentando los estímulos táctiles, visuales y auditivos, por tal motivo son utilizados para personas con problemas mentales o auditivos. Según las estadísticas oficiales, en la Ciudad de Buenos Aires viven 3.075.646 personas, de las cuales 366.700 son mayores de 70 años y 663.062 tienen más de 60 años, lo que representa el 21,5% de la población total del Distrito porteño.