Una narrativa sobre prácticas saludables en las estancias de verano.

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En Buenos Aires, las primeras instancias de colonias de verano se remontan a las estancias de “los colegiales” del entonces Colegio San Ignacio (actualmente Colegio Nacional de Buenos Aires). Durante las vacaciones, los estudiantes acudían con algunos profesores a la chacra que poseía el colegio en “La Chacarita de los Colegiales”, abarcando los actuales barrios de Chacarita, Colegiales y Villa Ortúzar, donde disfrutaban del aire libre del campo para descansar.

Las colonias escolares surgieron por primera vez en Suiza en 1876 con el propósito de proporcionar a niños y niñas de la ciudad afectados en su salud por la vida urbana los beneficios del aire puro, el sol, la buena alimentación, las actividades en la naturaleza y el ejercicio físico.

Gracias a las mejoras observadas en la salud y el temperamento por médicos y educadores, esta experiencia educativa y sanitaria se replicó en ciudades importantes de todo el mundo. En Argentina, llegó a fines del siglo XIX, cuando Buenos Aires estaba experimentando una transformación hacia una gran metrópolis.

Educadores y médicos, con el respaldo económico de benefactores, colaboraron para ofrecer a los niños un entorno natural donde permanecían al menos 30 días, siempre bajo la supervisión de docentes. Las actividades estaban cuidadosamente planificadas y se llevaban a cabo en áreas alejadas de la ciudad. Los resultados eran evidentes: los niños regresaban con un mejor estado de ánimo y una mejora en su salud, muchos experimentaban un crecimiento en altura y alcanzaban un peso considerado saludable. Los médicos registraban los datos de cada niño en una ficha durante los controles de salud.

En la actualidad, el programa Escuela de Verano del Ministerio de Educación organiza las colonias como parte del calendario escolar durante los recesos de verano e invierno. Ofrece propuestas educativas y recreativas para que niños y adolescentes continúen aprendiendo y divirtiéndose durante las vacaciones.

Este verano, más de 29 mil niños y adolescentes de niveles educativos inicial, primario y secundario, así como de las modalidades especial, hospitalaria y contexto de encierro, participaron en cinco predios: Parque de la Ciudad, Parque Indoamericano, Parque de la Estación, Club Comunicaciones y Club Savio.

Las colonias de Escuela de Verano son espacios de encuentro, integración y enseñanza, donde se practican actividades deportivas, se desarrollan expresiones artísticas y se brinda apoyo educativo. Desde 2022, el programa Comunidad Educativa Saludable (CES) ofrece talleres que promueven la reflexión y el aprendizaje de hábitos saludables desde un enfoque lúdico, abordando temas como alimentación, hábitos saludables e hidratación.

En respuesta a la positiva recepción, en 2023 el CES aumentó a 40 talleres y más de 1000 estudiantes participaron. En 2024, el programa Escuela de Verano contó nuevamente con la presencia de CES y los talleres de Alimentación, Hábitos Saludables e Hidratación.

Desde los primeros antecedentes de las colonias escolares en Buenos Aires hasta la actual Escuela de Verano organizada por el Ministerio de Educación, se observa una continuidad en la educación para la salud y los hábitos saludables. El programa Huellas de la Escuela busca entender las continuidades y transformaciones de las políticas educativas a lo largo de la historia de las escuelas de la Ciudad.