De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, cualquier tipo de agresión contra el sexo femenino, constituye un grave problema para la salud pública, y al mismo tiempo, implica la violación de los derechos humanos fundamentales de la mujer.
Si bien se van registrando algunos avances en cuanto a la prevención y a la aplicación de las medidas correspondientes, queda mucho por hacer…
Es de gran importancia, que ante la primera señal de maltrato, se tome distancia de inmediato, se dialogue acerca de lo que está ocurriendo y se solicite ayuda terapéutica. Algunos de los indicadores para tener en cuenta son: celos, humillación, sometimiento, el control permanente de la vestimenta, celular, salidas, acoso emocional, castigo del silencio. Desde la Dirección General de la Mujer de la Ciudad de Buenos Aires, funciona la línea directa 0800-666-8537, habilitada los 365 días del año, las 24 horas. Ofrece contención y asesoramiento a mujeres en situación de violencia doméstica, abuso y trata para explotación sexual. Asimismo brinda asistencia al grupo familiar y de amigos.
En tanto, de acuerdo con un informe proporcionado por la Defensoría General de la Nación, tres de cada díez denunciados violan el cerco perimetral.
La mayoría de las víctimas y sus victimarios tienen entre 30 y 49 años. La violencia denunciada en numerosos casos se extiende hacia los hijos e hijas.
Durante 2015, el Servicio de Asesoramiento y Patrocinio de la Defensoría, recibió a 2594 personas. En promedio, las oficinas brindan atención a alrededor de 66 nuevos casos al mes. El 90 por ciento corresponde a la práctica de la violencia doméstica.
Un tema doloroso, pero necesario de resolver a través del pleno funcionamiento de las instituciones de nuestro país.