La Ciudad conmemora el Día Mundial del ACV.

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Desde el año 2008, cada 29 de octubre se celebra el “Día Mundial del Ataque Cerebrovascular (ACV)”, con el propósito de  informar a la comunidad acerca de esta grave enfermedad que constituye la tercera causa de muerte y la primera de discapacidad en adultos. El Gobierno de la Ciudad, a través del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, desde las cero hasta las 24 horas, iluminará de color rojo la Torre Monumental de Retiro, el Planetario de Palermo y la Floralis Genérica de Recoleta, con el objetivo de visibilizar la enfermedad y concientizar a la sociedad sobre la importancia de identificar los síntomas de un ACV. En tanto, distintos servicios de emergencias médicas del Distrito porteño, estarán presentes en las inmediaciones del Planetario de Buenos Aires, para informar a la comunidad sobre la importancia de reconocer los síntomas de esta patología, y de llamar inmediatamente al 107, sistema de atención médica de emergencia (SAME). El color rojo representa al Día Mundial del ACV, gracias a una investigación realizada por científicos alemanes, que determinaron que el color rojo incrementa la fuerza de las ondas cerebrales, más que otros colores.

Un accidente cerebrovascular (ACV), es una enfermedad aguda que se produce cuando se tapa o se rompe una arteria del cerebro. Existen dos tipos, el Isquémico es el más común y es causado por un coágulo sanguíneo que bloquea o tapa un vaso del cerebro. La sangre no llega al cerebro por unos instantes y puede producir entumecimiento o debilidad repentina de la cara, brazo o pierna de un lado del cuerpo, confusión repentina, dificultad en hablar o entender el lenguaje, dificultad para ver, problemas para caminar, dolor de cabeza y mareos sin causa conocida. El ACV hemorrágico es del tipo más grave, y suelen ser mortales. Ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe y sangra dentro del cerebro.

Si una persona presenta cualquier signo o síntoma de un ACV, es fundamental verificar lo siguiente, pedirle a la persona afectada que sonría y verificar si se le cae algún lado de la cara, pedirle que levante ambos brazos y ver si algún lado del brazo tiende a caer, y pedirle que repita una frase simple y comprobar que no arrastre las palabras. Ante cualquiera de estos síntomas, es primordial llamar a un servicio médico de emergencia de inmediato.

En nuestro país, el 2% de la población vive con secuelas de un ACV, lo que representa a más de 340.000 habitantes. Cada año se producen entre 50.000 y 60.000 nuevos casos.