Amplían el postergamiento del reemplazo de los vagones más antiguos del subterráneo

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Son los que aún contienen asbesto. El sindicato mantiene una estrategia de lucha para que sean retirados. La demora en la adquisición responde a “la situación macroeconómica”.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) pospuso hasta marzo del próximo año la licitación para la compra de nuevas unidades con el fin de renovar la flota de la Línea B del sistema de subtes. Se trata de 16 trenes nuevos que sustituirían a los antiguos Mitsubishi, los más añejos de toda la red, que aún no han sido descontaminados por completo de asbesto. La apertura de los sobres de la licitación estaba inicialmente programada para la próxima semana, pero Subterráneos de Buenos Aires S.E. (Sbase) decidió aplazarla hasta 2024, argumentando que las empresas necesitan un “plazo más amplio” para presentar ofertas debido al “contexto macroeconómico actual”.

Los coches Mitsubishi Eidan Series tienen más de cincuenta años. Fabricados en Japón entre 1954 y 1965, e importados en 1995 desde el Metro de Tokio, aún constituyen la flota de la Línea B junto con los más recientes CAF-600, de finales de los años noventa. Según los datos actuales sobre el estado de la flota publicados por Sbase, la línea cuenta con 16 formaciones de Mitsubishi, los coches más antiguos de toda la red de subte. Hace un año, a finales de 2022, Sbase anunció que iniciarían el proceso para adquirir 16 trenes nuevos y reemplazar así esa flota. Sin embargo, hasta el momento, la licitación no se ha concretado.

La última novedad indica que será necesario esperar al menos hasta finales de marzo del próximo año para recibir más información sobre el proceso licitatorio oficialmente denominado “adquisición de material rodante para la Línea B de la red de subterráneos”. A través de una disposición firmada por su director general, José Luis Lodeiro, y publicada en el Boletín Oficial porteño, Sbase informó que la apertura de los sobres para la licitación, de carácter internacional y programada inicialmente para mediados de agosto, se llevará a cabo el 26 de marzo de 2024, cuando originalmente estaba prevista para el 20 de diciembre de este año.

En cuanto a las razones de la prórroga, la disposición de la empresa estatal ofrece un argumento formal: “Empresas del sector, interesadas en participar del proceso, han manifestado la necesidad de fijar nuevas fechas de visita a los lugares donde prestarán servicios los bienes a adquirir, como así también contar con más tiempo para la formulación y presentación de sus ofertas”, indica, y agrega que “con el objetivo de fomentar una mayor concurrencia de posibles oferentes en la presente licitación, se considera oportuno otorgar un plazo mayor para la presentación y apertura de las ofertas”.

Al ser consultadas por Página 12, fuentes de Sbase añadieron que la postergación se produjo “debido al contexto macroeconómico actual” y “con el objetivo de proporcionar a los potenciales oferentes condiciones de estabilización y previsibilidad frente a un proyecto de semejante envergadura”. Un argumento similar fue utilizado semanas atrás, cuando se confirmó la suspensión de la licitación para la renovación de siete estaciones de las líneas B y D, una de las pocas obras de infraestructura previstas para el futuro. Del proyecto de puesta en valor de esas siete estaciones, solo se mantuvo en pie la licitación para renovar Pasteur – Amia, que finalmente fue oficializada esta semana.

El reemplazo de la flota de los Mitsubishi, por otro lado, es uno de los principales reclamos de los trabajadores del subte, que han estado llevando a cabo una estrategia de lucha para eliminar el asbesto de toda la red. Desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP), señalan a esa flota como una de las que aún contiene el material cancerígeno. En julio de 2019, de hecho, Sbase admitió la presencia de asbesto en más de veinte piezas de los vagones Mitsubishi.

Cuatro años después, la empresa informa ahora oficialmente que ha completado el descontaminado “originalmente programado” en el marco de la Comisión de Asbesto conformada en 2018. Sin embargo, aclara que actualmente los Mitsubishi aún “están siendo intervenidos, ya que durante el proceso de revisión general se detectó asbesto en una nueva pieza”. Según indicaron a este diario, la detección se produjo en arandelas de los coches, piezas que calificaron como “un elemento pequeño”.

Excluyendo la actual postergación, el proceso de adquisición de material rodante para la red de subte ya es, de por sí, extenso. Los pliegos estipulan que la primera formación de seis vagones deberá ser entregada por la empresa seleccionada veinte meses después de la firma del acta con Sbase. Si a eso se le suma el plazo de siete meses entre la publicación de la licitación y la apertura de los sobres en marzo del próximo año, los primeros coches llegarían a la Ciudad más de dos años después de iniciado el proceso, sin contar el tiempo que lleve la firma del acta entre las partes.

La adquisición de los 16 nuevos trenes, un total de 96 vagones, es necesaria además para completar el cien por ciento de servicio de aire acondicionado en la Línea B, la más transitada de toda la red con casi 217 mil usuarios por día hábil. Los Mitsubishi tienen ventiladores, por lo que en la actualidad la línea cuenta solo con el 46 por ciento de sus formaciones con aire acondicionado. Los pliegos técnicos originales de la licitación también especifican que las 96 unidades a adquirir, de 17 metros de largo, “deben ser de acero inoxidable o aluminio, tener cámaras de seguridad, un sistema incorporado de información visual y auditiva a usuarios, iluminación led antivandálica y asientos longitudinales”, con una distribución similar a la de los actuales Mitsubishi.