Café Tortoni : un misterio oculto en el barrio Monserrat

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Ubicado en el corazón del barrio Monserrat, por sus mesas pasaron las figuras más importantes de la historia argentina.

La historia de bares notables menciona al Café Tortoni como el más antiguo de la Ciudad de Buenos Aires.

Fue fundado en el año 1858 y conto entre sus asiduos clientes con Gardel, Borges y Cortázar, entre otros.

Su infraestructura es una de las más llamativas del barrio. Cuenta con mesas de mármol y una decoración típica de la época.

Imprime en sus paredes la historia cultural más pura del país .Federico García Lorca y el músico Arthur Rubinstein se suman a las tantas figuras que pasaron por el lugar.

Sus adentros fueron testigos de las prosas escritas, los pensamientos literarios que luego se hicieron cuento, y las liricas más conocidas del ambiente musical.

El primer propietario fue un inmigrante francés de apellido Touan. Ambiento el lugar como la París de sus años dorados y lo bautizó Tortoni en honor a sus recuerdos.

Touan deseo emular a los cafés más llamativos de su París natal y contrato para darle vida a la infraestructura que perduraría hasta la actualidad al arquitecto Alejandro Cristophersen.

La parte más destaca del lugar adorna la avenida Corrientes gracias a su exclusivo diseño de los años 1800.

En el subsuelo funciona actualmente espectáculos de jazz y tango todos los fines de semana. No por cura coincidencia al lado del local se encuentran la Academia Nacional de Tango y el Museo Mundial del Tango.

Una cuadra con historia, recuerdos y mucho misticismo que ningún porteño puede ignorar.

Visitar el café Tortoni equivale a saber que en un lugar aparado del mismo existía una mesa en un rincón reservado para el conocido compositor y cantante tanguero, Carlos Gardel.

El reconocido cantante solía pasarse horas escribiendo en su mesa reservado del lado derecho del salón, cerca de la ventana que daba a la Avenid Rivadavia.

Sin embargo esta no sería la única curiosidad del lugar según los historiadores.

La famosa leche merengada que es parte de las canciones más destacadas de María Elena Walsh aún se comercializa en el lugar. El Tortoni es uno de los pocos lugares en Buenos Aires donde aún se puede pedir este helado de leche que toman los habitantes de la Ciudad desde hace más de un siglo..

Acercarse al Tortoni es saber que ras sus paredes y sus anejos accesorios fueron escritas más de uno de los grandes clásicos tangueros, y clásicos de la historia universal.