Deshidratación, baja presión, dolores de cabeza y problemas estomacales son algunas de las consecuencias de los golpes de calor en esta época. Te detallamos como hacerle frente a los meses de verano sin sufrir las consecuencias.
El aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol o por hacer ejercicios en ambientes calurosos y poco ventilados es un cuadro normal en esta época del año.
Los niños y los adultos mayores son el grupo etario más afectado. Sin embargo estar prevenido es una buena forma de enfrentarse a los meses de calor sin demasiados problemas.
La mayoría de los problemas del golpe de calor derivan de un amala hidratación.
Por golpe de calor se entiende un cuadro de deshidratación generalizada cuyos síntomas son similares en todas las personas: sed, dolor de cabeza, sensación de tener la boca pastosa y sudar en exceso. Este malestar puede aparecer al momento o después de algunos días de altas temperaturas.
A medida que aumenta la edad, las personas se vuelven menos susceptibles a regular la temperatura, sufren períodos de hipotermia durante el invierno y tienen problemas con el calor en verano.
Asimismo los bebés presentan síntomas de deshidratación muy similares, suelen estar tranquilos, con una baja en su actividad normal, se quedan dormidos, pierden la iniciativa y tienden a no comer ni llorar”, sostuvo Roberto Fayanás jefe del Programa de Medicina Interna General del Hospital de Clínicas.
Una de las recomendaciones más valiosas es no esperar a tener sed para tomar agua, sino beber constantemente e incorporarlo como hábito.
Para evitar el golpe de calor es clave reconocer la necesidad de mantenerse hidratado. Las personas mayores, por la edad, se vuelven menos sensibles a sentir sed, por lo que deben recordar y tener como hábito tomar agua. Cuando la temperatura sube y comienzan los síntomas el cuerpo puede haber perdido entre 4 y 6 litros, que se deben reponer de forma constante.
Por golpe de calor se entiende un cuadro de deshidratación generalizada cuyos síntomas son sed, dolor de cabeza, sensación de tener la boca pastosa y sudar en exceso
Es importante destacar que la hidratación no debe hacerse solo con agua, es recomendable agregar bebidas con sales, o un jugo de fruta y después enfriar el cuerpo.
Algunas bebidas recomendadas son los jugos frutales, gatorade o bien aquellas aguas de grifo con trozos de limón menta o alguna hierba refrescante.
Lo recomendado es beber dos litros de agua segura diarios (equivalente a ocho vasos) para mantener una adecuada hidratación. En caso de hacer actividad física es conveniente beber más: lo ideal es sumar medio litro antes y después del ejercicio y beber cada 10 y 15 minutos durante el proceso