Históricamente el origen de la entidad se ubica en 1893 a partir de la puesta en marcha de la Oficina Sanitaria Argentina del Departamento Nacional de Higiene a cargo de José Ramos Mejía. El Doctor Carlos Malbrán se desempeñaba al frente del área especializada en bacteriología.
Luego de un viaje a Europa, hasta dónde llego para profundizar sus estudios acerca del tratamiento de la difteria, el Dr. Malbrán proyectó la creación de un Instituto de Bacteriología. Desde dos objetivos fundamentales: alentar la cultura científica nacional y convertirse en una fuente de elaboración de sueros, vacunas, productos bacteriológicos destinados al diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades infectocontagiosas.
En 1904 se colocó la piedra fundamental del Instituto, el que fue inaugurado en julio de 1916.
¿Pero qué se estudia en sus laboratorios?
Se analizan los problemas derivados de las bacterias, hongos, parásitos y virus. Los denominados vectores de enfermedades provocadas por insectos, arácnidos y ofidios también pasan por sus precisos microscopios.
Es uno de los once centros de asesoramiento gubernamental para la toma de decisiones en políticas sanitarias y cuenta también con el reconocimiento internacional.
Intervino con destacado protagonismo cuando se produjeron las epidemias de fiebre amarilla y dengue en nuestro país. Por sus instalaciones pasaron inmensos científicos de la talla de los Doctores Bernardo Houssay y César Milstein, ambos distinguidos con el Premio Nobel.
Hoy su denominación es Administración Nacional de Laboratorios e Instituto de Salud Dr.Carlos G. Malbrán (ANLIS) está ubicada en Velez Sarsfield 563, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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Algunos datos biográficos sobre el Doctor Carlos Gregorio Malbrán
Nació en 1862 en Catamarca, estudio medicina en la Universidad de Buenos Aires. En 1897 fue nombrado Catedrático. Entre 1910 y 1919 se desempeñó como senador nacional representando a su provincia natal. Promovió varias leyes, entre ellas, las que regulaban la vacunación obligatoria. Cumplió un rol fundamental, como hemos leído al comienzo de la nota, en la creación del Instituto de Bacteriología, centro de referencia para la investigación en microbiología.
Fue un gran impulsor de la Salud Pública Nacional. Entre otros aportes, se destacan sus trabajos sobre prevención, profilaxis y tratamiento de la malaria, el quiste hiatídico y la lepra.
El Dr. Malbrán falleció en Buenos Aires en 1940.
Sin duda, un auténtico pionero, hombre trascendente, profesional, un legado, imprescindible que vale la pena recordar y tener en cuenta.
