Ocho de cada diez porteños tuvieron algún problema auditivo debido a la contaminación acústica de la ciudad.

0
844

El sector de audiología del Hospital de Clínicas José de San Martín del barrio de Recoleta,  realizó un estudio que confirma que ocho de cada diez residentes porteños, refieren haber padecido alguna afección auditiva debido a la contaminación sonora en el Distrito porteño. Los principales problemas que se presentan a causa del ruido en  la ciudad son, zumbidos, sensación de oído tapado, disminución de la sensibilidad auditiva, fatiga, estrés, problemas digestivos, alteración del sueño, e irritabilidad. En tanto, las consecuencias negativas del ruido ambiental en nuestra audición dependen de su duración, frecuencia e intensidad del estimulo.

 El ruido en el Distrito porteño se convierte en un contaminante ambiental que pone en riesgo la salud auditiva de sus habitantes. La Organización Mundial de la Salud, considera a la contaminación acústica de las grandes urbes, como la contaminación que provoca más alteraciones para la salud, después de la contaminación atmosférica.  El informe realizado por el Hospital de Clínicas revela que el 84% de los porteños considera que el ruido afectó negativamente la calidad de vida, el 85% en el estado de ánimo y el 87% en la salud física. Se estima que un ciudadano promedio tendrá problemas auditivos a partir de los 50 años. La OMS aconseja que los niveles de ruidos durante el día no superen los 55 decibeles y  los  40 decibeles durante la noche, para prevenir efectos nocivos para nuestra salud. En varias zonas de la Ciudad de Buenos Aires, los niveles de ruido superan los 75 decibeles.

 Los inconvenientes  por el exceso de ruidos, es la cuarta  causa de preocupación de los vecinos de la Ciudad, y más de la mitad asegura que les  afecta en sus ciclos  de sueño, que  son  el paso inicial para una serie de padecimientos  psíquicos.  El  Distrito  porteño es considerado una de las diez ciudades más ruidosas del mundo, la mayoría de los ruidos provienen del  tránsito, especialmente en las grandes avenidas.  Por otra  parte, la  ciudad  tiene la Ley 1540, que regula la contaminación acústica. Se trata de la única jurisdicción del país que cuenta con  una normativa destinada a prevenir, controlar y corregir la contaminación  sonora. En tanto, la Agencia de Protección Ambiental (APrA),  es  la encargada de realizar  los estudios de mediciones de ruidos y monitoreos correspondientes.